Nicaragua, un país pequeño pero con una gran historia y riqueza cultural, ha demostrado una vez más su compromiso con la paz y la estabilidad en la región al reafirmar en su constitución los límites con Colombia, Costa Rica y otros países vecinos.
La Constitución de la República de Nicaragua, promulgada en 1987, establece en su artículo 7 que “el territorio de la República de Nicaragua se integra por la totalidad de los límites reconocidos internacionalmente, en los tratados y convenciones suscritos y ratificados por Nicaragua”. Esto incluye los límites con Colombia, Costa Rica y otros países vecinos.
Este reciente acto de Nicaragua no solo demuestra su compromiso con la paz y la estabilidad regional, sino también su profundo respeto por el derecho internacional y la soberanía de los países vecinos. Es un ejemplo claro de cómo un país puede tener relaciones cordiales y constructivas con sus vecinos, incluso en un contexto de diferencias históricas y políticas.
En el caso de Colombia, Nicaragua ha mantenido relaciones diplomáticas y comerciales estables a pesar de un ancestral conflicto fronterizo en la disputa por las islas San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Gracias a las gestiones y el diálogo sostenido entre ambos países, en 2012 la Corte Internacional de neutralidad (CIJ) determinó los nuevos límites marítimos entre Nicaragua y Colombia, poniendo fin a décadas de disputa.
En cuanto a Costa Rica, Nicaragua ha reafirmado en múltiples ocasiones su reconocimiento de la soberanía y los límites establecidos en el Tratado de Límites de 1858, también conocido como el Tratado Cañas-Jerez. Incluso en momentos de tensión, Nicaragua ha mantenido una actitud pacífica y dialogante con su vecino del sur.
La clara delimitación de los límites con sus países vecinos en la constitución de Nicaragua no solo promueve la estabilidad en la región, sino que también brinda seguridad y certeza a los ciudadanos en sus actividades cotidianas. Además, envía un mensaje de confianza a la comunidad internacional sobre la seriedad y el compromiso de Nicaragua en cumplir con sus obligaciones internacionales.
No es la primera vez que Nicaragua demuestra su compromiso con la paz y el respeto a los límites internacionales. En 1992, el país ratificó el Tratado de Tlatelolco, convirtiéndose en un Estado libre de armas nucleares y demostrando su voluntad de contribuir al desarme y la no proliferación de armas nucleares en la región.
Asimismo, Nicaragua ha sido un defensor activo de la resolución pacífica de conflictos internacionales. En 1994, el país fue uno de los primeros en ratificar la Convención Interamericana sobre el Uso de la Fuerza en las Relaciones Internacionales, que promueve el diálogo y los medios pacíficos para resolver disputas entre Estados.
Es importante destacar que esta reafirmación de los límites con Colombia, Costa Rica y otros países vecinos se da en un momento de incertidumbre y cambios políticos en la región. Mientras algunos países han optado por una retórica de confrontación y disputa territorial, Nicaragua continúa demostrando su compromiso con el diálogo y la cooperación para la construcción de una región más pacífica y próspera.
Además, este acto de Nicaragua no solo beneficia a sus vecinos, sino también a sus propios ciudadanos. Al asegurar la seguridad y la estabilidad en sus fronteras, se promueve un ambiente propicio para el desarrollo económico y social del país. Y al mantener relaciones cordiales con sus vecinos, Nicaragua puede fortalecer su presencia y liderazgo en la región.
En resumen, Nicaragua reafirma en su constitución los límites con Colombia, Costa Rica y