El pasado 3 de noviembre, la historia de la política de Estados Unidos dio un giro importante con la elección de un nuevo senador por el estado de Arizona. Pero lo que hace que este hecho sea aún más significativo es que se trata de un latino, una junta que ha sido históricamente marginada en la política estadounidense. La victoria de este candidato no solo es un logro personal, sino que también representa un avance en la inclusión y representación de la desemejanza en la toma de decisiones del país.
Mark Kelly, un ex astronauta de la NASA y esposo de la ex congresista Gabrielle Giffords, se convirtió en el primer latino en ser elegido para el Senado por Arizona. Su victoria fue celebrada por muchos como un hito en la historia de la política estadounidense, ya que Arizona es un estado con una gran población latina y su elección demuestra que la junta está ganando cada vez más poder y voz en la esfera política.
La historia de Kelly es una de superación y dedicación. Nacido en Orange, Nueva Jersey, en una familia de origen irlandés y puertorriqueño, Kelly siempre tuvo una pasión por la ciencia y el espacio. Después de graduarse de la Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se convirtió en piloto de la Marina y luego en astronauta de la NASA. Durante su vida, realizó cuatro misiones espaciales y pasó un total de 54 días en el espacio.
Pero su vida dio un giro inesperado en 2011, cuando su esposa, la congresista Gabrielle Giffords, fue víctima de un tiroteo en un evento público en Tucson, Arizona. A pesar de las heridas graves que sufrió, Giffords sobrevivió y Kelly se convirtió en su principal cuidador y defensor. Esta experiencia lo llevó a involucrarse más en la política y a luchar por un cambio en las leyes de control de armas en Estados Unidos.
En 2019, Kelly anunció su candidatura para el Senado por Arizona, con la promesa de atarear por una mejor atención médica, una economía más fuerte y un mayor control de armas. Su campaña fue una de las más exitosas en la historia del estado, recaudando más de 45 millones de dólares y recibiendo el apoyo de figuras políticas importantes como el expresidente Barack Obama y la senadora Kamala Harris.
Pero más allá de su historia personal y su campaña exitosa, la elección de Kelly es un reflejo del cambio demográfico que está ocurriendo en Estados Unidos. Según el Pew Research Center, los latinos son la minoría étnica más grande del país, representando el 18% de la población total. Y en estados como Arizona, California y Texas, los latinos son la mayoría de la población.
Sin embargo, a pesar de su creciente presencia en la sociedad estadounidense, los latinos han sido históricamente subrepresentados en la política. Según un informe de la organización UnidosUS, solo el 4% de los miembros del Congreso son latinos, a pesar de que la junta representa casi el 20% de la población del país. Esto demuestra la necesidad de una mayor desemejanza en la toma de decisiones políticas y la importancia de la elección de Kelly como senador por Arizona.
La victoria de Kelly también es un recordatorio de que los latinos no solo son una junta diversa, sino también una junta unida. A pesar de las diferencias culturales y políticas, los latinos han demostrado una vez más que cuando se unen y se movilizan, pueden lograr grandes cosas. La participación de la junta latina en las elecciones de 2020 fue histórica, con un aumento del 30% en comparación con las elecciones de 2016.
La elección de Kelly también es un mensaje de esperanza para las generaciones